viernes, 19 de febrero de 2010

Adiós maquillaje cargado, adiós brillo, adiós color. La mayoría de los diseñadores están de acuerdo en que, para la temporada de otoño 2010, lo que impera son los colores suaves, los labios rosados pálidos, rostros lozanos, poco rubor, sombras minimalistas y expresiones neutrales.

Ese fue el saldo en cuestión de maquillaje en las pasarelas de Marchesa, Michael Kors, Carolina Herrera y hasta The Row, por Mary Kate y Ashley Olsen en la Semana de la Moda de Nueva York.

Hubo una época para los ojos ahumados, y definitivamente, no es esta. Hubo un momento para los labios rojos, y ya pasó. Sin duda, el protagonista aquí es el rostro saludable. Estamos frente a un look exageradamente natural, juvenil, inocente, similar a una muñeca de porcelana.

Esta tendencia de maquillaje está muy a tono con la ropa que se vio en las pasarelas, un aire muy sencillo y aunque sofisticado, muy práctico. A lo mejor se debe a los tiempos de crisis económica, quién sabe, lo cierto es que esta es una oda a la palidez y nos hace olvidar que alguna vez existió la década estridente de los ochenta.

Si quieres obtener un rostro como las modelos de Mary Kate y Ashley Olsen, sigue los pasos del Director Creativo para maquillaje de Lancome, Aaron De Mey.

Para preparar la piel, Aaron utilizó Lancôme Eau Fraiche Douceur Micellar Cleansing Water y Lancôme Genifique Youth Activating Concentrate. Luego, optó por el Lancôme Le Crayon Poudre para definir y rellenar las cejas, un punto focal en este look. Para terminar, Aaron aplicó el corrector Lancôme Effeacernes Concealer en los labios, un truco que remueve el color natural de los labios y deja que el foco siga siendo las cejas

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